La inflación cerró en 2003 su mejor ejercicio desde
1998. El índice de precios al consumo (IPC) subió dos décimas en
diciembre, con una evolución anual del 2,6%. Aunque supone una
desviación de seis décimas respecto al objetivo oficial (2%), la cifra
contrasta con el descontrol de precios de 2002, año del euro, en que la
inflación alcanzó el 4%. Precisamente el empuje de la moneda única y el
fin del efecto redondeo han atemperado los precios. La desviación
del IPC supondrá activar las cláusulas de revisión salarial a 2,5
millones de trabajadores, con un coste de 796,8 millones de euros, según
CEOE. El IPC de diciembre alcanzó la cifra más baja de todo el año, el
2,6%, que también se registró en octubre. La cifra supone una mejora de
dos décimas frente al 2,8% de noviembre y un descenso de 1,4 puntos con
respecto a diciembre de 2002, según los datos que difundió ayer el
Instituto Nacional de Estadística. Los precios se sitúan en su mejor
nivel desde 1998, cuando la inflación alcanzó el 1,4%, y el tercer mejor
año desde que gobierna el PP. No obstante, es el quinto ejercicio
consecutivo en el que se rebasa el 2% previsto por el Gobierno. En el
caso de la subyacente -excluye los elementos más volátiles: alimentos
frescos y energía-, el 2,5% registrado supuso el mejor cierre anual
desde 1999.
El euro, que en 2002 desbordó la inflación por el redondeo de precios
aplicado tras su entrada en vigor, ha actuado esta vez de aliado del
IPC. La revalorización de la divisa durante 2003 (un 21%) ha amortiguado
los vaivenes de la energía, de forma que la factura energética ha sido
mucho más barata, al venderse el petróleo en dólares. Así, los
carburantes han cerrado el año con una caída de seis décimas en sus
precios, frente al abultado 8,1% de diciembre de 2002. Además, una vez
superados los excesos del año pasado por el redondeo, la mayoría de las
partidas del IPC ha registrado evoluciones más moderadas.
Estudio de competencia
Los alimentos, uno de los capítulos más inflacionistas, han
experimentado en diciembre subidas más suaves que las observadas a lo
largo del año, aunque siguen siendo elevadas. Los productos frescos
crecieron nueve décimas en el mes y un 6,4% en el año, frente al 7% de
2002. Diciembre es un mes en el que la alimentación fresca se encarece
con respecto a noviembre por las fiestas navideñas, este año de forma
más leve. No obstante, los incrementos han sido muy intensos a lo largo
de 2003, lo que motivó que el Ministerio de Economía encargara un
estudio al Servicio de Defensa de la Competencia, dependiente de este
departamento, para determinar las causas. El secretario de Estado de
Economía, Luis de Guindos, avanzó ayer que los resultados estarán listos
"en los próximos días".
Algunos analistas creen que los precios de los alimentos no tenderán
precisamente a la moderación, dado que cada vez es mayor la cuota de
producción española que se vende fuera del país a precios más elevados.
Turismo y hostelería fue el capítulo cuyos incrementos tuvieron mayor
repercusión para el consumidor en todo el año. Los hoteles, cafés y
restaurantes costaron en 2003 un 4,1% más que en 2002. El segundo
capítulo con mayor impacto fue el de frutas frescas, que se encareció un
12,2%, seguido del transporte personal (gasolinas). En el extremo
opuesto, los objetos recreativos, los electrodomésticos y las
comunicaciones registraron la mayor incidencia a la baja en el bolsillo
de los ciudadanos.
La desviación de seis décimas del IPC pone en marcha las cláusulas de
revisión salarial de los convenios colectivos. Este mecanismo, que
permite recuperar el poder adquisitivo perdido cuando la desviación
supera la previsión oficial, cubre al 78,5% de los trabajadores con
convenio, hasta un total de 6,12 millones. Sin embargo, no todos
recuperan las seis décimas de desviación, pues la media a partir de la
cual se activan las cláusulas se sitúa en el 2,4%. Es decir, las
empresas y sus trabajadores pactan que sólo se recuperará la desviación
del 2,4% en adelante (dos décimas en este caso). Un cálculo de CC OO
fija en unos 2,5 millones el número de trabajadores a los que afectará
la revisión. La patronal CEOE cifra en 796,8 millones de euros el coste
de actualizar los salarios según el IPC.
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